Tal y como nuestro compañero Javier Gallego comenta en el capítulo 3.7 del Libro Blanco del eLearning, la forma en la que el cerebro aprende va ganando cada vez más importancia en la formación en idiomas. De aquí surge el término neuroaprendizaje, una disciplina que combina la psicología, la pedagogía y la neurociencia para explicar cómo funciona el cerebro en los procesos de aprendizaje. 

Hablando en términos fisiológicos, el cerebro es un órgano moldeable debido a su plasticidad; la estimulación crea nuevas sinapsis que refuerzan el aprendizaje y suprimen o reorganizan aquello que se olvida. Estas conexiones van creando interrelaciones entre las diferentes áreas cerebrales implicadas en el aprendizaje, la producción y la comprensión del lenguaje. Si esto se aplica a la  enseñanza de idiomas, el aprendizaje de nuevas lenguas requiere de la estimulación de numerosos canales, áreas y procesos cognitivos (vista y oído, sistema motor en la escritura y en la pronunciación, emoción, lógica, memoria, creatividad…).

¿Cómo aplicamos esta disciplina en los proyectos formativos de goFLUENT?

  1. Microlearning: Como la capacidad de atención y de memoria del ser humano es limitada, ofrecemos actividades cortas capaces de entregar información breve, relevante y contextualizada al instante.
  2. IA y personalización: Es importante tener en cuenta la personalización durante el proceso de enseñanza-aprendizaje para despertar la curiosidad en la mente del alumno. De esta manera se incrementará el nivel de atención e intensificará su desarrollo creativo, ejecutivo y emocional. Gracias a la IA, nuestras soluciones hiper-personalizadas combinan tecnología, contenido e interacción humana para atender de manera efectiva los objetivos profesionales y personales de nuestros alumnos, y así ofrecer una formación hecha a medida.
  3. Soft skills: Las soft skills son otro de los pilares de gran peso que goFLUENT tiene en cuenta en la aplicación a la enseñanza de idiomas a su solución formativa. La carga emotiva de los recursos didácticos o las llamadas a la acción (learning by doing), así como la creación de un entorno emocionalmente favorable, receptivo, empático y donde el alumno se encuentre comprometido, favorecerán el clima de confianza, el recuerdo y la asimilación de lo aprendido.
  4. Contenido: Uso de contenido en el que estén implicadas varias estructuras neuronales que impliquen al mismo tiempo a diversas funciones (vista, oído, lectura…) a través de contenido relevante que generen una carga emotiva que facilite el aprendizaje.

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